El mayor problema que presentan las personas en el mundo laboral, es la falta de confianza.

De acuerdo al estudio de María Lockward el rol de la confianza en las organizaciones, la desconfianza en las empresas ha sido un comportamiento aprendido.

A través de los años, los fundadores de negocios tuvieron que desarrollar esa habilidad de confiar para dejar entrar a otras personas que no eran de la familia a la toma de decisiones del negocio.

De acuerdo a Robbins la confianza es esa esperanza positiva de que otra persona no se conducirá de manera oportunista por medio de palabras, obras o decisiones.

La confianza se desarrolla en la niñez, de acuerdo al grado de aceptación y tolerancia de los padres.

Sin embargo, no solo depende de la vida familiar, porque cuando el niño acude a la sociedad, esta también le enseña a través de desigualdades y corrupción a no confiar.

En ese sentido, de acuerdo a Heriberto Yépez, culturalmente los mexicanos/as somos personas que hemos aprendido a ser desconfiados y eso nos lleva a otro tipo de comportamientos como la mentira.

Si eres líder de un equipo o manejas personas será importante que empieces a considerar qué tanto confían las personas en ti.

Y para ello te voy a compartir 3 acciones sencillas para generar confianza en las personas.

Las más importante: sé auténtico

Querer agradar a los demás, tarde o temprano terminará recordándote que solo estás nadando contra la corriente. El primer ejercicio que tienes que hacer es darte cuenta cuando dejas de ser tú.

¿Cuándo depositas tu integridad en una situación y dejas tus principios para ser aceptado?

Esa pregunta debes ejercitarla constantemente en tu día a día ya que el punto de partida de la confianza es a nivel subjetivo, las personas sienten cuando estamos siendo originales.

Para ser auténtico debes auto conocerte

Para poder lograr el ejercicio anterior primero entrarás en un proceso de espejeo, ese proceso en el cual empieza hacerte sentido mucha información que tenías de ti o que no conocías de ti.

En este periodo debes resistirte a la tentación de querer cambiar la información que recibas o querer justificar tus comportamientos. En esta etapa solo se trata de que recibas toda la información necesaria para que sepas lo que piensas de ti y lo que los demás piensan de ti.

Este paso es doloroso para tu ego porque no aceptará las verdades. Tu ego esta tan engrandecido que pensará que todos están en un error.

Hasta que tu ego entienda que es el quien te controla, podrán hacer las paces y podrás negociar cuando lo sacas a pasear.

Y por último no podrás tener los dos ejercicios anteriores si no escuchas activamente

Y me dirás, Francisco, ¿cómo hago eso?

La escucha activa iniciarás practicándola dejando de hablar. Cuanto estás con alguien y tú eres el que habla más, no estás aprendiendo de la otra persona.

Puedes empezar por monitorear las veces que interrumpes a tu interlocutor y poder disminuirlas.

Posteriormente tendrás que empezar hacer consciente lo que estás escuchando, es un trabajo de control de pensamientos para que te adentres en el mensaje que estás recibiendo y alejes todo pensamiento.

Estas tres habilidades blandas y otras más se requerirán en la era líquida, la era digital en donde la normalidad es vivir en un mundo impredecible.

Te invito a aprender sobre las bases para crear equipos de alta confianza.

Francisco Florián. Psicólogo laboral.